El modelo de trabajo híbrido se impuso en Argentina a medida que las empresas se mostraron más flexibles a implementar esquemas más allá de los presenciales. Entonces, las compañías cuentan con una variedad de estilos de trabajo en las que tienen que coordinar cultura, procesos y tecnología para que toda la fuerza laboral tenga la misma óptima experiencia de trabajo, sin importar donde se encuentren.