«¿Eres un ser humano?» Esta interrogante, acompañada por ciertas pruebas, se ha erigido como una suerte de norma al momento de inscribirnos en plataformas web. Después de todo, necesitamos corroborar frente a los servidores nuestra condición humana, evitando así que una astuta máquina se aproveche de las debilidades del sistema. No obstante, un reciente estudio podría corroborar que los bots superan a los propios individuos al enfrentar pruebas CAPTCHA.