En la intersección entre la tecnología y la seguridad, la biometría emerge como una herramienta crucial para salvaguardar la integridad y privacidad de las personas. En un mundo cada vez más digitalizado, donde la información personal se ha vuelto un activo invaluable, la implementación de sistemas biométricos se convierte en un escudo vital contra las amenazas cibernéticas y los riesgos asociados.