La situación parecía favorable para Amber Yu, una artista gráfica que ejercía como freelance y percibía entre 400 y 950 euros por cada cartel de videojuego que plasmaba. En una publicación de Rest of World, narraba cómo invertía una semana completa en cada uno de ellos, sin embargo, las circunstancias han experimentado un cambio drástico.